sábado, 5 de noviembre de 2011

Los derechos humanos.

Desde que fue publicada la última reforma constitucional en México los derechos humanos han sido un tema que nuevamente se ha puesto en boga, sobre todo por el hecho de que muchas personas, lamentablemente en su mayoría juristas o autoridades, no se encuentran del todo convencidos que darles a los derechos humanos la calidad de en cierta manera, derechos protegidos constitucionalmente, independientemente de que se encuentren contenidos en ella o que se encuentren en un instrumento internacional sea una buena idea.
Personalmente creo que la inclusión expresa de que deben de ser respetados y además respetados por "todas las autoridades" es una descripción dolorosa de nuestra realidad social, ya que necesitamos que se nos obligue de manera expresa y coactiva a respetarlos en lugar de hacerlo libremente. Tal resultado, en cierta forma, refleja la falta de cultura de legalidad y la deshumanización del sistema jurídico mexicano y aunque no tengo bases ciertas y concretas para afirmarlo, podría decir que este problema es endémico de todos los sistemas jurídicos latinoaméricanos y probablemente del resto de los países que aún nos encontramos en la creación, justificación e institucionalización de los elementos culturales de legalidad, publicidad y democratización de los procesos internos de las autoridades.
Sin embargo, esta entrada no la he pensado como un argumento exhaustivo de satanizar a las autoridades mexicanas, latinoaméricanas o de cualquier otro lugar; en primer lugar porque no sirve de nada llevar a cabo tal conducta sin instrumentar medios certeros para poder combatir tal problema, pero principalmente por la razón de que generalmente las actitudes y resultados de las autoridades que manejan las instituciones dentro del Estado son un reflejo de la sociedad sobre la que gobiernan. Cuando me refiero a que son un reflejo no afirmo que los ciudadanos y las personas en general que se encuentran en un país pidan porque las autoridades nos maltraten y nos pidan incentivos económicos ilegales (conocidos en México popularmente como "mordidas") para hacer, no hacer o dar algo a cambio que culmina en corrupción; pero lo que si me atrevo a afirmar es que cuando se vuelven conductas generalizadas y aceptadas por la población, ya sea de manera expresa (llevando a cabo tales actos) o tácita (permitiéndolos), se esta generando un grave problema social de apatía por el medio que nos rodea; pero, tal vez la pregunta obligada sería ¿todo lo anterior que tiene que ver con los derechos humanos? Sobre el cuestionamiento anterior es que me gustaría iniciar esta pequeña reseña sobre los derechos humanos.
Los derechos humanos, conceptualmente hablando, se podrían definir como: "todos aquellos derechos que las personas tienen por el simple hecho de ser personas"; aunque tal definición cumple con la regla de la brevedad, simplicidad y concreción que son fundamentales para la creación de una buena definición la realidad es que el significado que encierra esta pequeña frase generalmente pasa de largo para todas las personas y la mayoría se limita a repetirla como perolicos sin siquiera intentar razonarla. No culpo de mediocre a quien no lo haga, ni de iluminado a quien decida hacerlo, la realidad es que los derechos humanos son un concepto tan fundamental que muchas veces los pasamos de largo, sin embargo, la obviedad que esconde su naturaleza tal vez sea la que nos dé una imagen mental del por qué de  su importancia.
En el largo devenir de la historia de la humanidad, al menos largo en nuestro términos, es un hecho que muchas personas antes que nosotros se han puesto a pensar qué significa "ser humano" y dentro de esa curiosidad intelectual característica de todos los seres humanos es que hemos descubierto que, jurídicamente, los derechos humanos se traducen en la capacidad de poder exigir en cualquier gobierno, país, régimen o estructura social, que nos dejen "ser humanos en plenitud".
Se podría decir que los derechos humanos son todas aquellas facultades que instintivamente sabemos que podemos exigir, independientemente de que sean o no reconocidas por un ordenamiento jurídico, es decir, son aquellos actos que naturalmente se desprenden de ese "ser humano" y que por lo tanto son necesarios para poder vivir y en cierta manera alcanzar ese ideal de "felicidad o plenitud". Es así, que de tal manera, podemos hablar que tenemos derecho a la vida, a la propiedad, a una identidad, a un nombre, a la seguridad, a la libertad, a la igualdad, a la libre profesión de nuestras creencias, etcétera. Con el paso del tiempo nos hemos dado cuenta que los simples derechos del individuo no son suficientes, bajo el entendido de que a final de cuentas somos seres gremiales y que dentro de nuestras necesidades básicas se encuentra el de poder socializar de manera pacífica con los demás, es así que paulatinamente se fueron creando lo que se les conoce como "generaciones de derechos humanos" y con esta idea es que se empiezan a reconocer derechos humanos políticos, económicos, ambientales y muchos más.
En pocas palabras la función de los derechos humanos es la de dignificar a las personas al instaurarse como eje rector de los valores de la persona. La dignificación de las personas se traduce o consiste en la capacidad conciente del individuo para reconocer su valía como persona, o en otras palabras darse cuenta que sus actos y pensamientos son los que le otorgan un valor intrínseco e independiente de las miles de variables externas que pueden afectar la vida de un ser humano, como lo son el medio en el que creció, las tradiciones que conoce, los estudios que ha cursado, las pertenencias que posea o las características físicas que lo definen; el ser y el estar aquí como humano es lo que realmente importa, porque cuando se aprende el valor propio es cuando se puede apreciar el valor de los demás, lo cual se traduce en la obligación de respetar.
Es por eso de vital importancia que todas las personas apoyemos la difusión de los derechos humanos como conducta de vida y que esto se traduzca en una incorporación sistemática de los mismos en nuestro actuar diario para poder enseñarlos y volverlos un valor; pero ¿cuándo nos daremos cuenta que es un valor? en el momento en que logremos distinguir que, en aquellas situaciones en las que podemos decidir libremente nuestra conducta y estemos entre la disyuntiva de respetarlos o no, utilicemos esa libertad para respetar los derechos humanos propios y ajenos y de esta manera lograremos que nuestras comunidades, grupos, asociaciones, gobiernos y estructuras sociales reflejen esa realidad que todos añoramos y deseamos.
Es un hecho que el cambio no será de la noche a la mañana y que ninguna reforma constitucional o política que se apruebe será la panacea de la sociedad y cambiará las cosas por el sólo hecho de lograrla, el trabajo conjunto de todos es el único instrumento seguro que garantiza un cambio efectivo y real, para de esta manera tanto las futuras generaciones que aún no nacen como las que ya somos y estamos en esta tierra logren disfrutar de esos sueños que durante milenios hemos construido toda la raza humana y que no dudo en que se pueda lograr.
Tengan un bonito fin de semana.
Melina.

martes, 29 de septiembre de 2009

El internet y el español.

Como ya lo manifesté anteriormente, la era informática en conjunción con el Internet, creo que será catalogada, como uno de los mejores inventos de la humanidad por un largo periodo de tiempo. La rapidez con la que se transmite información, se comparten archivos y se generan opiniones es impresionante.
Sin embargo, esta misma rapidez ha traído un fenómeno donde se ha confundido la brevedad del medio con una actitud que demerita la calidad del mensaje y no me refiero al contenido, sino al idioma (aunque muchas veces el contenido no se queda atrás). A mi en lo particular me fascina, aterra e impresiona ver como todos los días se intercambian miles de mensajes con una pésima ortografía, redacción, gramática o simplemente un uso coherente del español.
Me fascina, porque no logro comprender cómo es posible que siendo la escritura el medio por el cual uno se comunica se le de tan poca importancia a la hora de redactar los mensajes. Que no se tuerzan mis palabras, no estoy implicando que para cada mensaje que se envíe se haga uso del diccionario de Maria Moliner y la Real Academia, todos somos humanos, cometemos errores, pero hay que intentar cometer los menos, eso es lo que intento decir. Una clara redacción en conjunción con unas mínimas reglas de ortografía hacen maravillas por cualquier mensaje.
En segundo término, me aterra porque la poca atención que se le pone al uso del lenguaje se esta volviendo una práctica cada vez más cotidiana y lo que es peor, aceptada por muchas personas. En lugar de hacer ver el error ya ni siquiera intentan hacer algo al respecto, lo desconocen o lo que es peor aún, creen que esta bien. Es de asombrarse ver como personas que ya tienen una educación superior desconozcan el significado de muchas palabras, que siendo sinceros, no son cosas exóticas o raras. He tenido la desdicha de encontrar personas que desconocen el significado de palabras como "sincretismo" y estudian sociología, o abogados que no saben que se quiere decir con una expresión como "sui géneris". No estoy argumentando que para usar el español se tenga que aprender un sinfín de latinismos o meterse a estudiar el argot de distintas profesiones, pero definitivamente, lo que si argumento es que esto demuestra que ha disminuido la cantidad que leemos y la calidad de lo que leemos, lo cual debe de prender un foco rojo en nuestra sociedad, porque la ignorancia nunca ha sido una buena consejera de los pueblos.
En tercer lugar, me impresiona ver la poca calidad de muchas oraciones y frases, si bien es cierto que apoyo que todo lenguaje evoluciona o muere, es de preocuparse que se esté dando una vuelta a todo lo que se ha avanzado. Claro que esto no significa que dejar de poner los dos símbolos de las preguntas vaya a traer el apocalipsis, pero si que tal vez por la misma prontitud con la que queremos transmitir un mensaje empecemos a demeritar el valor de nuestro lenguaje y al mismo tiempo la calidad para expresar nuestras ideas, hay que tener en cuenta que los mensaje al ser mal escritos o cambiar el sentido de las oraciones por confusiones, pueden generar un alto número de indeseados problemas, o al menos eso creo y he comprobado y es algo que tenemos que considerar seriamente tanto para nuestra vida particular como en el desarrollo de nuestras actividades profesionales y sociales.
Por último, cabe aclarar, que este mensaje no es un reproche a las formas que se están desarrollando para escribir, los anglisismos, las modas del lenguaje o los usos y costumbres del idioma, pero si es una invitación a practicar, conservar, compartir y difundir una de nuestras mayores riquezas, nuestro lenguaje, que es una tradición acuñada en el tiempo y una herramienta que nos permite evolucionar.

jueves, 24 de septiembre de 2009

La revolución verde llega a las toallas femeninas.

Como todos conocemos (hombres y mujeres), la revolución verde, consciencia ecológica, movimiento verde, o como mejor le conozcas, se expande a pasos agigantados a lo largo de la cultura, costumbre y sobre todo modo de utilizar los recursos, modo de producción y consumo humanos.
Esta nueva consciencia ecológica que se esta generando, cada vez con mayor intensidad, es un tema mucho más natural entre los jóvenes y niños; e inversamente proporcionalmente hablando en cuanto a las controversias que presentan, con los de mayor edad.
En mi caso, soy de las benditas generaciones emparedado. Crecí y me desarrollé entre dos mundos. El de mis padres y el de mis sobrinos. Así que en realidad, acoplarme a la nueva manera de utilizar los recursos no significa un trauma mayor que el cambiar de hábitos. Sin embargo, debo reconocer que encontré un tema que topó con pared dentro de lo que considero "mi amplio criterio" y para ser sincera me sorprendió, porque no creía que existiera un problema al respecto. El tema del que estoy hablando es de las nuevas toallas femeninas ecológicas y su uso en esos días en que, citando a modo de broma, "monstruamos las mujeres" o como mejor lo conocemos "la regla" (sí, hablo de la menstruación).
A este movimiento que en el Internet se ha nombrado como "activismo menstrual" (menstrual activism en inglés) y que apoyan organizaciones no gubernamentales como Women Enviromental Network (Red de mujeres ambientalistas) que incitan a las mujeres a usar las toallas femeninas reutilizables o como coloquialmente se les conoce, "toallas ecológicas".
Las toallas ecológicas son una alternativa de uso a las toallas femeninas de materiales sintéticos que todas las mujeres conocemos y que se pueden conseguir en cualquier supermercado o farmacia (vaya, hasta en la tiendita de la esquina). Estas toallas tienen la característica principal que utilizan fibras textiles naturales y que son amables con el medio ambiente.
Las ventajas que tienen son bastantes y hasta parecen obvias cuando se leen. Por ejemplo, se aplica el reciclaje al reutilizar prendas que ya parecían no servir para hacerlas. Dentro de los principales materiales recomiendan algodón, franela, o cualquier otro textil de fibra natural que uno sienta cómodo, claro que cumpla con las características de que permita la respiración de la piel para evitar irritaciones o cualquier otra cosa de ese estilo, y no te preocupes por los escurrimientos u olores tan odiados, la capacidad de absorción de telas como el lino y el algodón es de maravillarse.
Además, contribuyes a la conservación del medio ambiente, porque al ser reutilizables evitas tirar toneladas de basura que no es tan fácil que se reintegre al medio ambiente. Las toallas sintéticas comunes generan una serie de deshechos que tal vez no se perciben como tal, pero que se encuentran ahí; poe ejemplo, los empaques plásticos y la chlorina (una sustancia que contamina la tierra y el subsuelo).
Por si fuera poco y si tu corazón no logro enamorarse de esta corriente verde, te ponen el signo de pesos en la frente y te recuerdan, que haciendo cuentas, definitivamente el ahorro, se vuelve significativo, a largo plazo; porque a final de cuentas, somos un mercado cautivo de las grandes marcas al ser obligatorio el uso de la toalla femenina para esos días.
Todo esto se escucha de maravilla, entonces ¿por qué comenté al principió que topó con pared en mi mente? por la sencilla razón de que pensé y ¿qué con la higiene?¿cómo se conservan limpias?¿cómo puedo lavarlas? ¿que tal si el detergente deja alguna sustancia que irrite? Estas barreras psicológicas son totalmente entendibles, e irónicamente, son la principal razón por las cuales muchas mujeres no se atreven a usarlas (increíblemente, superan a los miedos de tener algún escurrimiento o que haya olores).
Sin embargo, hay que recordar que antes de que se apoderada el plástico de nuestra vida, el uso de toallas reusables, esponjas y otros productos similares era muy común entre las mujeres y que estos no causaban daños a la salud. Además, la forma de mantenerlas limpias y listas para esos días es bastante sencilla y práctica.
Una vez usada la toalla, se remoja durante la noche (o el día, depende de cuando la uses) en un valde con agua fría (este es un punto muy importante, el agua caliente adhiere la sangre a la ropa y la mancha; mientras que el agua fría la retira de las fibras de la tela) por aproximadamente un periodo de 6 horas y después a la lavadora y (chachan~) ¡listo! El agua residual que se genera se puede usar para regar las plantas (y no pasa nada si lo haces).
Para obtenerlas hay dos principales alternativas. Compra por Internet, donde existen empresas como Sckoon Organic, que esta dedicada a la venta de estas toallas ecológicas y aunque esta alternativa es muy cara, utiliza materiales totalmente orgánicos y tan exóticos como algodón egipcio. Pero, que no cunda el pánico, no son la única alternativa.
Existen manuales en Internet para hacerlas, para que queden totalmente a tu gusto, personalizadas con tu diseño favorito y a la medida (y si se te da eso de las manualidades... hasta puedes empezar tú propio negocio), por ejemplo, el manual de "Woman Enviromental Network" que te explica en 4 sencillas páginas cómo hacerlas, (además de que hay muchos artículos extras que te pueden servir, como cosméticos, salud y nutrición, el manual para hacerlas, esta en inglés, pero para obtenerlo da click aquí).
Por mi parte, creo que son una buena idea y una excelente alternativa para todas nosotras; cómodas, seguras, económicas, ayudan al medio ambiente y, por si fuera poco, totalmente a la moda, ¡matas dos pajaros de un tiro!
Así que deja que tu corazón verde te guíe y únete a este movimiento. No podemos negar que cuidar el planeta nos conviene, a final de cuentas es al único que podemos llamar hogar y no tenemos conocimiento de otro, así que cuidarlo se vale.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Algunas reflexiones sobre el manga y el anime.

Navegando por you tube me encontré con un video de anime que hace mucho tiempo no veía, debo reconocer que, como toda persona con nostalgia, me trajo buenos recuerdos y me hizo pensar en muchas cosas que hace tiempo no pensaba.
La difusión del manga y el anime es un fenómeno cultural que ya tiene un buen trayecto recorrido, desde que antes que yo naciera, ya se gestaban las generaciones que iban a ser las encargadas de que este fenómeno alcanzara una difusión internacional y saliera de su enclaustramiento en tierras niponas. Mangakas como Ozamu Tezuka (considerado padre del manga y anime moderno), empezaron este arduo trabajo creando una nueva clase de mangas, así nacieron series como Astroboy y Kimba, para posteriormente abrir paso a Ranma o Gundam por mencionar a algunos de las más conocidas.
Este fenómeno y exportación fue posible por dos principales razones, la primera, la utilización de la tecnología; el utilizar uno de los medios de comunicación en masa más exitoso de todos los tiempos: la televisión, que logró que se volviera un movimiento masivo y, por supuesto, como segunda razón, que se utilizara este medio masivo mediante la creación del anime, que es la versión animada de los mangas, el cual introdujo a miles de personas (incluyendo a su servidora) a este fenómeno masivo de entretenimiento. Claro que en un principio, o al menos cuando yo me enteré de que existían no se llamaba anime, eran caricaturas e iban dirigidas a los niños (se transmitian series como Candy, Macross, Robotech, Mazinger).
Sin embargo, después de un tiempo, conforme evolucionó la tecnología llegó uno de los mejores inventos que pueda nombrar; el internet. Hoy en día pensar en el internet es como pensar en lavarse los dientes, algo tan cotidiano que no tiene ningun chiste, pero en un principio tener acceso a internet era algo difícil, costoso y para ponerlo en términos llanos, imposible (aún recuerdo mi primera línea de internet que fue de 36k, el primer video que bajé tenía una duración de 30 segundos y fue una tarea de proporciones épicas hacerlo, pero ese es material para otra historia). Cuando esta tecnología estuvo a disposición del público en general (al menos para la clase media), miles de niños y jovenes tuvieron acceso a nueva información y nuevas formas de ver el mundo y con ella al anime, japanimation o cualesquiera de los nombres con los que ha sido denominado.
Como todo nuevo fenómeno en su momento tuvo personas a favor y en contra. En un principio sus detractores veían de mala manera que los adolescentes siguieran viendo "caricaturas para niños". Cuando, a pesar del reproche social, continuó creciendo las personas que apoyaban al anime, acusaciones tan rídiculas como la introducción de mensajes satánicos, ataques epilépticos, creación de hordas de pervertidos, violentos por los temas que mostraban los animes y muchas otras cosas por el estilo hicieron que, de manera lamentable, a muchas personas se les alienara y obligara a dos cosas, o bien existir como bicho raro que veía cosas que no entendía porque eran en japonés o ver anime de manera clandestina y manter oculta esa afición.
Hubo un tiempo en que los que muchos aficionados se tuvieron que organizar en pequeños clubes a lo largo de muchos lugares, con el propósito de subsistir, convivir, ampliar el conocimiento que se tenía (cosas como el j-pop y el argot que se utilizaba), asimismo lograr hacer cambiar la opinión de miles de personas que veían a los seguidores del anime como personas socialmente disfuncionales, cosa que, gracias a todo lo que es bueno, el tiempo y muchos de los que éramos jovenes en ese entonces, logramos desmentir. Sería hipócrita de mi parte negar que existen casos que sobrepasan los límites de lo aceptado o de lo sano, pero creo que haciendo una consideración general y no casuística, las personas que se han integrado a este pasatiempo y las que fueron, o seguimos perteneciendo de manera parcial, somos miembros productivos de la sociedad.
En la actualidad veo con orgullo como este fenómeno sigue creciendo y fortaleciéndose. Aunque ya soy una adulta, me siguen gustando los animes y los mangas, claro, ya tengo múltiples ocupaciones que hacen imposible que siga este fenómeno con la misma intensidad y hábitos de mi niñez y adolescencia, además con el tiempo se va dando uno cuenta que aunque la fantasía es impresionante (ver los nuevos animes ayudados por las computadoras si que impresiona), la realidad siempre es mucho más divertida; sin embargo, esto no me impide ver los nuevos diseños de los personajes, alguna que otra serie y disfrutar de la música japonesa de manera desenfadada, al grado de verme aquí escribiendo esta entrada de blog.
No se que depare el futuro, pero si de algo estoy segura, es que de alguna u otra forma, mientras los dibujos animados existan, el anime o japanimation, tendrá un lugar dentro de la sociedad.
Melina.

viernes, 18 de septiembre de 2009

La historia, una ciencia divertida.

Cuantas veces no hemos oido mencionar el término historia y lo primero que se nos viene a la cabeza es una materia de la escuela excesivamente aburrida y llena de cuestionarios; tal vez contarlas resultaría demasiado tedioso porque, eso para nosotros, ya es "historia".
Lamentablemente en la educación escolar cuando se intenta hablar de la historia parece que se esta hablando de la estadística (no me malinterpreten, no tengo nada contra ella), tan sólo nos proporcionan un listado de fechas, nombres, países, tal como si fueramos a hacer una gráfica, para finalmente presentar un examen donde "literalmente" vas a vomitar lo que pudiste memorizar. Si eres de los menos afortunados, también esta la segunda tediosa opción de miles de cuestionarios y resúmenes con los cuales eres capaz de llenar un cuaderno de 100 hojas, para después de repetir el mismo proceso anteriormente expuesto en el examen, con la esperanza de ver felizmente como se puede tirar el cuaderno a la basura o usarse para prender una fogata sin remordimiento alguno (claro no sin antes admirar, si es que se da el caso, la excelente combinación de tintas, los miles de recados compartidos con tus compañeros o expresiones artísticas equiparables con las de Pablo Picasso).
Muy a mi pesar y de manera algo resignada me doy cuenta en estos días que esa técnica para enseñar la historia aún no ha cambiado, conmigo nunca funcionaron, los maestros pareciese que insisten en crear personas con un alto desprecio por tan noble ciencia e inclusive los mismos padres o contemporáneos que cada vez que hablan de la historia con los niños no pueden evitar ver como se desenvuelve ante ellos un trauma de la infancia; y aunque existen maestros que dan todo por la camiseta, a lo más que aspiran es a que sus alumnos pasen con buenas notas, todo por la campaña de desprestigio que ha tenido que soportar por bastante tiempo la historia, ya nadie le tiene fe a tan noble ciencia. Personalmente creo, que sin importar lo que digan los detractores, la historia es una de las ciencias sociales más divertidas que hay.
Primero que nada, como cuando se tumba un edificio hay que tirar por la ventana todas las preconcepciones y acepciones actuales que tengas de la historia, olvida esos resúmenes, los cuestionarios, los listados de fechas y nombres; así como todas las prácticas de periquito australiano que te hayan inculcado en la escuela. Ahora, respira profundamente tres veces, relaja los hombros, sacia tu sed si es que existe y preparate para volverte amante de la historia.
Abre tu mente e imagina tierras lejanas, lugares que tus ojos nunca han visto, costumbres exóticas que jamás habías imaginado, historias heróicas de conquista y de reforma, revoluciones industriales, descubrimientos e inventos que cambiaron el rumbo de la humanidad, manifestaciones artísticas que han conmovido a miles de generaciones en el mundo, acontecimientos que nos enseñan lo mejor y lo peor que como seres humanos podemos producir, ¿lo lográs imaginar?
La historia no tan sólo es la ciencia que estudia los hechos pasados, sino que además es una ciencia que impulsa la imaginación y cuenta las grandes proesas que realizamos, igualmente nos invita a continuar recordando todo lo que hemos hecho mal para intentar evitar caer en los mismos errores. Es una ciencia que impulsa al que la estudia a imaginar, a reconstruir y a crear imágenes que desconoce en su mente.
Bueno, qué dicen, ¿aún les parece aburrida? Decidí crear esta entrada en defensa de una de mis ciencias sociales favoritas y limpiar el nombre que años de apatía por la misma han ensuciado. Si desean saber más consulten un libro, lean en el internet, vean documentales, escuchen historias, los nuevos medios de almacenamiento de la información dan muchas alternativas, la historia es divertida cuando eres tú el que se acerca a conocerla, así que anímate y conócela.
Recuerda que la mediocridad, más que un insulto, es tener los medios para acceder a algo y no aprovecharlos, así que adelante, estudien a su historia, amenla y aprendan de ella, porque los pueblos que olvidan su historia estan condenados a repetirla.
Melina.

viernes, 4 de septiembre de 2009

¡Hola mundo!

Hola, buen día, espero que todos esten bien. Vengo a presentarme en este pequeño blog dentro de la inmensidad del internet para compartir cuanto se me de la gana. Para los que me conocen, verme escribir esto no les parecera nada osado, para los que no, probablemente les parecerá pedante o grosero, pero ninguna de esas dos palabras estarían haciéndome justicia, además como bien se dice en muchas partes del mundo; tengo derecho a que se me escuche y se me venza en juicio, así que me presento frente a la tribuna, que es toda la comunidad de personas que puedan leer esto a exponer mi caso.
Los blogs siempre me han gustado, creo que desde antes que los bautizaran con ese nombre. Porque me permiten leer y leer de todo. Lo bueno de las letras es que nos permiten intercambiar puntos de vista, enriquecer nuestra opinión, conocer nuevas realidades y lo mejor de todo, comunicar mensajes llenos de información valiosa (aunque aveces no tanto), lo malo, usadas imprudéntemente pueden causar miles de conflictos y malentendidos.
Para que no crean que hablo sólo por hablar, antes que nada es preciso informar un importante detalle, este no es el primer blog que tengo, comparto mi tiempo entre un espacio en Deviant Art (que para ser sincera casi no atiendo, demasiado trabajo) por lo que tener una participación periódica constante me resulta bastante difícil, sin mencionar que además de una vida virtual, tengo una vida real, la cual sigue siendo mi prioridad número uno en cualquier momento.
Sin embargo, disfruto escribiendo, aunque aveces no parezca por el tan minúsculo número de entradas que soy capaz de producir... pero, siempre intento que cuando menos lo que escriba sea de una calidad aceptable como para no producir ningún tipo de malestar estomacal.
Tal vez mis palabras hasta el momento suenen entre una combinación de crueles y bastante cínicas, pero no soy así. Los que me conocen saben que soy una mujer bastante felíz, relajada y poco estresada, que cuenta chistes ridículos y bastante malos, pero claro, eso sólo lo podrán decir los que me conocen, así que este es el trato, te invito a conocerme.
Las entradas que pondré serán de carácter aleatorio, los temas, pues bueno, creo que eso ya quedo explicado en el primer párrafo. Como cualquier ser humano mis pasatiempos son bastante diversos y hay muchas cosas nuevas que me llaman la atención y otras no tan nuevas que despiertan en mí un poco de nostalgia.
Cómo una introducción a mi persona me gustaría agregar que soy una chica simple, disfruto enormemente de las cosas más mundanas de la vida, pero valoró el tiempo que estoy aquí.
Esa sería una introducción bastante general para saber que puedes esperar aquí, no la iluminación espiritual ni la dieta del momento. Simplemente pondré lo que considere que quiero compartir.
Que tengan un bonito día.
Melina.